Seamos claros. No es fácil enfrentarse al establecimiento corporativo, al establecimiento político y al establecimiento de los medios. Pero eso es lo que debemos hacer si queremos tener alguna posibilidad de transformar este país y crear un gobierno que funcione para todos nosotros.

Desde ahora hasta noviembre, viajaré por el país para reunir apoyo para los candidatos progresistas en todo el país. Estos son candidatos que comparten nuestros valores y que tendrán las agallas para enfrentarse a poderosos intereses especiales y desafiar el statu quo cuando sean elegidos para el cargo.

El futuro político de nuestro país se basa en un principio muy simple: la necesidad de que los trabajadores se mantengan unidos y luchen contra la avaricia corporativa y creen una economía que funcione para todos nosotros, y no solo para los multimillonarios y las grandes corporaciones.

Vivimos en una época en la que a la gente de arriba le está yendo fenomenalmente bien, y la gente trabajadora se está quedando cada vez más rezagada. Necesitamos una agenda que hable a la clase trabajadora de este país. ¿Entonces qué significa eso?

Debemos acabar con el absurdo de ser el único gran país del mundo que no garantiza la salud como un derecho humano para todas las personas.

Debemos enfrentarnos a la industria farmacéutica, que nos cobra, con mucho, los precios más altos por medicamentos recetados que en cualquier otro lugar del mundo.

Debemos aumentar el salario mínimo a un salario digno para que la gente no tenga que elegir entre pagar el alquiler o poner comida en la mesa.

Debemos expandir el Seguro Social porque la mitad de las personas mayores están tratando de sobrevivir con $25,000 al año. Nuestros adultos mayores deben tener la capacidad de jubilarse con dignidad.

Debemos garantizar que todos los niños, independientemente de sus ingresos, tengan la oportunidad de obtener una educación universitaria y no dejar la escuela profundamente endeudados.

Debemos tomar medidas agresivas para abordar la amenaza existencial del cambio climático.

Debemos restaurar la fe en nuestra democracia al tener un gobierno que funcione para la gente común, no uno que solo funcione para las grandes corporaciones y los ultra ricos.

Juntos, podemos obtener victorias significativas para el movimiento progresista. Justo ayer en el Senado, bloqueamos un acuerdo paralelo para Big Oil que habría construido más oleoductos y aumentado significativamente las emisiones de carbono. Esta es una gran victoria para la supervivencia de nuestro planeta y una gran pérdida para la industria de los combustibles fósiles.

Las elecciones de noviembre son nuestra oportunidad de movilizar a millones de personas en la lucha por recuperar este país. Es nuestra oportunidad de unirnos y decir BASTA. Este país nos pertenece a TODOS, no solo a un puñado de multimillonarios.

¿Tendremos éxito en la implementación de políticas basadas en la justicia y la esperanza que aborden las necesidades de nuestro pueblo, o tendremos una oligarquía basada en una codicia escandalosa en la que un pequeño número de individuos controle nuestros sistemas políticos y económicos? De eso se tratan las elecciones de este noviembre.

Así que en este momento mi enfoque es recorrer todo el país para tratar de elegir a más progresistas que estén preparados para defender a las familias trabajadoras y asumir grandes intereses económicos. Haré todo lo que pueda para unir a nuestro movimiento y unir a nuestra gente en la lucha por la justicia económica, racial, social y ambiental.

Nunca debemos dejar de luchar por el tipo de nación que sabemos que podemos llegar a ser. Gracias por todo lo que ha hecho y hará para llevar adelante nuestro movimiento progresivo.

En solidaridad,

*Bernie Sanders, senador y una de las principales figuras de la izquierda de EU.