En los próximos tres días el juez Quinto del Tribunal Unitario en Materia penal de la Ciudad de México resolverá si levanta la medida cautelar de prisión preventiva a Rosario Robles Berlanga.

Una audiencia de aclaración de agravios se realizó este martes en el Reclusorio Sur y duró poco más de una hora, a cargo del magistrado Ricardo Paredes Calderón.

Si se revierte la decisión del juez de control Felipe de Jesús Delgadillo Padierna, quien le declaró la prisión preventiva, la ex jefa del gobierno capitalino podría salir en libertad condicional.

Robles está acusada del delito de ejercicio indebido del servicio público, con lo cual habría causado un daño al erario superior a cinco mil millones de pesos.

Acompañada por sus abogados, Julio Hernández Barros y Epigmenio Mendieta, la ex secretaria de la extinta Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) lucía delgada, con el pelo pintado de negro y maquillada. Llevaba un suéter de cuello alto y pantalón capri beige, conforme al uniforme reglamentario de las prisiones de la ciudad de México.

Durante la audiencia, la ex secretaria de Estado se presentó ante el magistrado como “inocente” y pidió una vez más al juez federal que su proceso se realice conforme a derecho. “Sólo pido algo a lo que tenemos derecho todos los mexicanos y las mexicanas: ¡Justicia!”, enfatizó.

Se dijo luchadora social de toda su vida por la paz, por los derechos humanos y que jamás ha actuado con violencia contra nadie. Por el contrario, agregó que debe reconocerse que ha sido parte de una gran ola que ha dado grandes batallas por los derechos fundamentales, la persecución de inocencia y el debido proceso.

“Quiero reiterar lo que expresé ante lo que debe ser un juez de control, el juez Delgadillo, y digo con mayúsculas PADIERNA. Fui notificada en mi domicilio de hace 24 años. me presenté voluntariamente al citatorio del 8 de agosto a pesar de encontrarme fuera del país”, añadió la ex funcionaria.

“No hubo de mi parte ningún intento de no hacerlo. incluso tuve que conseguir una ruta no directa para poder llegar pues no había lugares disponibles en vuelos directos (de Costa Rica) a México. Pero se trataba de llegar y de cumplir”.

Por lo tanto, agregó, no había razón para que se pensara que podría sustraerse de la justicia. Incluso agregó que el ministerio público federal pidió que no hubiera medidas cautelares, reconociendo esta actitud, y que así se discutió y decidió en la audiencia del 8 de agosto pasado.

Mariana Moguel, sale de la audiencia que se realiza en el Reclusorio Sur sobre el caso de Rosario Robles, ex titular de Sedatu y Sedeso, en la Ciudad de México, el 15 de octubre de 2019. Foto Pablo Ramos

En su intervención, Robles dijo que siempre ha acatado la ley. “Nunca he sido procesada por algún delito. Incluso en mi intervención le dije al juez que la vinculación a proceso yo la veía como una oportunidad para que quedara confirmada mi inocencia.

“Le dije que contrario a lo que decía, y que no comprobó, mi cuenta bancaria y tarjetas están congeladas, que siempre he vivido de mi trabajo y no tengo recursos para estar huyendo, pero sobre todo no tengo el menor interés de hacerlo. No sólo no puedo, no quiero obstaculizar el desarrollo de la investigación, porque creo que es lo que justamente arrojará la verdad”.

Insistió en qué acreditó su domicilio y que no pondría en riesgo la Auditoría Superior de la Federación, que ” jamás hizo una denuncia en mi contra y como lo expresé, mucho menos se desacreditó este hecho”.

“Me parece inaudito que un juez de control esté más preocupado (…) en imponerme una medida de prisión preventiva”.

“Soy inocente, he actuado con respeto y confiado en el poder judicial y sin embargo he sido sometida a una medida cautelar que debe ser excepcional.  Y en este caso no se justifica, sólo pido justicia”.

“El daño hecho a mi persona es muy grave”, señaló Robles en su alegato. “Debido a que el Nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio es muy reciente, la gente relaciona la prisión preventiva justificada con culpabilidad, se ve ya como una pena, sobre todo tratándose de una servidora pública”.

Camioneta que traslada a Rosario Robles del Reclusorio Sur al penal de Santa Martha Acatitla en la Ciudad de México, el 19 de octubre de 2019. Foto César Arellano