Los Angeles.

Hoy a 1:15 de la tarde dejó de latir el corazón de un gigante de la jurisprudencia. Aludo al abogado defensor de los derechos humanos, los derechos civiles y el derecho constitucional, el gran amigo de México y de los inmigrantes latinoamericanos, el abogado Peter Schey. Tenía 77 años.

Schey nació en la Republica de Sud-Africa, el 23 de marzo de 1947. El vino con  sus padres, quienes emigraron a Estados Unidos.  Al graduarse en la preparatoria en 1966, solicito y fue admitido, para cursar la licenciatura en psicología en la Universidad de California, Berkeley, donde se graduó en 1970. Además, en 1973 concluyó sus estudios en la facultad de derecho en la California Western School of Law.

Su trayectoria como jurista la inició en 1973. Ejerció la abogacía en la Sociedad de Ayuda Legal de San Diego (Legal Aid Society of San Diego), donde tuvo la representación legal de inmigrantes de bajos recursos, hasta 1978, cuando se trasladó a la Ciudad de Los Angeles, donde fundó el Centro Nacional de Derecho Migratorio (National Immigration Law Center).

Afán de justicia lo motivó a cambiarse de San Diego a LA

La razón principal que lo impulsó a abandonar la Ciudad de San Diego estuvo relacionada  con el arresto del activista mexicano José Jacques Medina. Había sido detenido y encarcelado por  agentes del Buró de Investigaciones Federales (FBI).

Por su condición de indocumentado, el FBI lo entregó al Departamento de Inmigración y Naturalización (INS por sus siglas en inglés) para que lo  deportaran de inmediato a México. La esposa de Jacques Medina, Rosario Moreno, viajó desde Los Angeles a San Diego para solicitarle a Schey que asumiera la defensa legal de su esposo.

De inmediato aceptó  y asumió la defensa con una pasión y profesionalismo, que se prolongaría una decena de años hasta que en 1989 o 1990 su caso se cerró porque Jacques Medina solicitó y obtuvo su regularización migratoria mediante la “Ley De La Amnistía” de 1986. En ese periodo, la  defensa detuvo su deportación bajo la consideración del derecho al asilo que le asistía al imputado. Argumentó que de ser retornado a México su vida corría peligro.

Fundó institución legal de trascendencia histórica

En 1980, Schey fundó y se constituyó en presidente y director ejecutivo del Centro para los Derechos Humanos y Derecho Constitucional (Center for Human Rights and Constitutional Law). Se mantuvo al frente de esta importante institución durante  44 años y 4 meses.

En estas cuatro décadas, Schey, archivó demandas de Acción De Clase a favor de los derechos constitucionales de millones de inmigrantes de diversas partes del mundo pero en especial de mexicanos y latinoamericanos. Mencionare tres ejemplos:

1.- En 1994, la ultraderecha política californiana adoptó una política fascista, racista y cruel contra los indocumentados y creó la Proposición 187 que fue aprobada por una mayoría del electorado estatal  en noviembre de ese año. Dicha resolución negaba atención médica, servicios sociales y educación a personas sospechosas de haber entrado a California de manera irregular.

Sin embargo, al día siguiente de su aprobación, este ordenamiento fue detenido en los tribunales por una demanda que encabezó Peter Schey y que se le conoce como League of United Latin American Citizens v. Wilson. Luego de severa batalla legal, esta importantísima querella impidió que fuera implementada dicha propuesta que significaba una ofensa mayor a la comunidad migrante. En julio de 1999, el gobernador demócrata Gray Davis llegó a un acuerdo con líderes de organizaciones pro-inmigrantes y sus abogados y desistió de apelar la decisión del Noveno Circuito de la Corte de Apelaciones que la había declarado inconstitucional. Y por lo tanto, esta nefasta Proposición fue cancelada sin que jamás pudiera ser implementada.

2.- Otro caso legal, conocido con el titulo Flores v. Reno estableció un nivel de calidad de vida mínimo para los niños inmigrantes indocumentados detenidos en Estados Unidos y reconoció al Centro para los Derechos Humanos y Derecho Constitucional como la única organización no gubernamental autorizada para certificar que los centros de detención donde se albergara a cualquier menor indocumentado cumplieran los estándares mínimos acordados y también estableció la pronta liberación de los menores y que éstos pudieran ser entregados a familiares residentes en EU lo más pronto que fuese posible.

3.- No puedo cerrar este remembranza de Schey sin mencionar el caso conocido como Plyler v. Doe. En esta demanda participó Schey y se entabló porque en 1977 el Estado de Texas ordenó que en el sistema escolar público, los niños que no acreditara pruebas de ser ciudadanos de los EU tendría que pagar al distrito escolar, al que perteneciera su escuela, mil dólares o no se le permitiría acceso a la instrucción.

En 1982, la Corte Suprema de los EU emitió su fallo donde ordenó que ‘un estado no puede impedir que los hijos de inmigrantes indocumentados asistan a la escuela publica’.

Con estos tres ejemplos, de muchos otros que se pudieran citar, queda claro que millones de niñas y niños y trabajadores indocumentados le deberán de estar eternamente agradecidos al benefactor Peter Schey porque gracias a sus esfuerzos en los tribunales, hoy gozan de protecciones legales.

En resumen, gracias a su educación social, a su esfuerzo, persistencia y  tenacidad de un general de las leyes migratorias y el derecho constitucional, como sin duda lo fue nuestro gran compañero Peter Schey, incontables inmigrantes pueden disfrutar de una vida decorosa.

“Yo quiero que a mi me entierren

como a revolucionario

envuelto en bandera roja

y con mi fusil al lado

Ya te vamos a enterrar

compañero luchador

seguiremos en la lucha

en pos de un mundo mejor

Cuando un guerrillero muere

en la trinchera rebelde

no se mueren las ideas

que iniciaron la pelea.

Hasta siempre, compañero.

*Juan José Gutiérrez, es director ejecutivo de la Coalición Derechos Plenos para los Inmigrantes con sede en Los Angeles.