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La paradoja del caciquismo

October 23, 2022 - por

La paradoja del caciquismo

Monterrey, NL.

Este sábado pasado vino Claudia Sheinbaum a la ciudad de Monterrey. Su exposición sobre la forma de gobernar fue un éxito, si se mide por la asistencia que tuvo en el recinto donde presentó su trabajo.
Es innegable que Sheinbaum es una de las precandidatas a la presidencia de la República por parte de MORENA con más posibilidades de ganar, y también una de las que tienen más posibilidades de llegar a la presidencia de la República. Su puesto como jefa de gobierno de la CDMX le permite tener un excelente aparador.
Por el momento, le lleva un poco de delantera a Marcelo Ebrard, y, sinceramente, Adán Augusto López muy seguramente sabe que no tiene posibilidades, por lo cual está haciendo una labor que tampoco debe menospreciarse: confrontar y decirle sus “verdades” a los otros posibles precandidatos, empezando por los juniors políticos de Nuevo León. Sobre todo, el gobernador. Lo cual, aunque provoca la reacción airada de no pocos neoleoneses (que parece que ya olvidaron la inseguridad y la crisis del agua, resultado de la ineptitud de dichos juniors), si hace que no pocos mexicanos en el resto del país volteen a ver lo que está ocurriendo aquí en la entidad norteña.
Ahora, regresando con Sheinbaum, muchos la desprecian por ser de genuina izquierda, y provenir desde aquellos aciagos días del movimiento que se opuso a subir las cuotas dentro de la UNAM, a finales de los 80 y principios de los 90. Movimiento del cual también salió el Dr. Hugo López-Gatell.
Otros, la odian por ser mujer, o por su origen étnico, o por ser científica (tiene un doctorado en física). Pero, para ser más precisos, la odian porque, con ella, se tiene una alta posibilidad de que sea la que mejor continúe el proyecto obradorista de nación que se implementó a partir del 2018. Lo anterior sin menospreciar a Ebrard, pero para nadie es un secreto que Ebrard está más alineado hacia la derecha. Y ya el #Reforma y hasta el IPADE (la escuela de negocios de posgrado del catolicismo más recalcitrante) lo han “candidateado”, así fuera “subliminalmente”, como su “favorito”. Y eso no es una buena referencia para muchos en la izquierda.
Sin embargo, hace unos días escuché de boca de Ramiro Padilla Atondo que en la CDMX se está limpiando la corrupción como nunca. Ahora, las licitaciones para obras se entregan a quiénes realmente cumplieron con los requisitos solicitados, y no a los que soltaron un “moche”, o tuvieron mejores “contactos”. Eso, más los datos de mejoría de la seguridad pública en la capital del país, demuestra que sí se puede hacer otra forma de gobernar. Una forma que la oligarquía no aprecia, antes, todo lo contrario: desprecia. Y que a más de uno les quita el sueño, solo de pensar que esa metodología se pudiera extender en el resto del país.
Pero, como siempre en mi amado país, yo veo una paradoja. ¿Cómo podría Claudia ser “aliada” de los “caciques” que, no solo en Nuevo León, sino en todo el país, están tomando control de MORENA? Porque la movilización realizada ayer en la conferencia de Sheinbaum tuvo una gran afluencia también, debido a los oficios políticos de los “arribistas” que provienen de otros partidos, y que ya tienen fama de actuar, precisamente, como “caciques”. Un mal que se está extiendo, por desgracia, en todo el partido, y en todo el país. Lo sucedido con John Ackerman, el cual fue duramente censurado en su programa de televisión y en su columna periodística al lograr que se respetará el estatuto que prohíbe que un funcionario público sea al mismo tiempo consejero del partido, da fe de lo anterior.
Y es una censura que se extiende al resto del partido. Aquí en Nuevo León, a la radio morenista le quieren dictar línea. Y, como muchos no queremos seguir esa línea, pues nos quieren quitar dicha radio. Eso, por desgracia, es una práctica que, insisto, se está extendiendo en todo el país, y en todos los niveles.
¿Cómo podría Claudia, o Ebrard, o el candidato que quede, poder hacer alianza con todos esos “caciques” que se extienden desde la propia dirigencia nacional, y se siguen propaganda por las dirigencias estatales en todo el país? Porque, al final ¿quién va a predominar? ¿La actitud de rectitud qué se ha visto hasta el momento en la CDMX? ¿O la actitud de caciquismo qué se está propagando?
¿Utilizaría alguien cómo Sheinbaum a los “caciques” para su propio beneficio, para luego “desecharlos”? ¿O sería a la inversa?
Porque, en el momento que se extienda esa política de “rectitud” que Padilla Atondo atestiguó en la CDMX ¿cómo podrían muchos caciques que hicieron su fortuna precisamente con “moches” o “amiguismo”, aceptar competir en forma limpia en el gobierno? ¡Si no lo pudieron hacer dentro del partido!
Insisto, veo un riesgo muy grande. Porque la situación, simplificada, sería la siguiente: con tal de estar en el bando “ganador”, muchos van a dejar sus partidos para apoyar a MORENA. Pero cuando el ganador de la encuesta, si gana la presidencia, les indique a esos arribistas que no solo deben abandonar a sus partidos previos, sino sus “hábitos” pasados, y pelear “limpiamente” por no solo puestos, sino por las obras licitadas ¿lo aceptarán dichos “caciques”?
Yo, no lo creo. Y estoy seguro de que la principal oposición a alguien que quisiera hacer extensivo lo anterior a todo el país, como lo hizo en su momento en su ciudad, vendría de su propio partido. Más, si quedan “operadores políticos” de la talla de un Monreal en el Congreso.
Esa situación, provocaría que la oposición a dicha oposición proviniera, también, del propio partido, por parte de los militantes originales. Eso, si aún fuéramos militantes, y no sufriésemos una “purga” para “limpiar” el partido por parte de los arribistas, y así ya poder tener un partido “a modo”, que les permita volver a sus “hábitos” políticos (y de negocios, que, para la mayoría de ellos, es lo mismo).
Sé que lo anterior es un inmenso y complejo galimatías. Pero no por eso, puede desecharse. Escribí en mis redes sociales que alguien comenta que, para el 2030, Colosio junior llegará a la presidencia. No pocos dijeron que la única forma sería que dicho político fuera propuesto por MORENA.
Viendo la realidad del partido ¿alguien puede pensar qué dicha posibilidad se puede descartar?