Monterrey, N.L.

Voy a empezar haciendo una pregunta que sé los va a obligar a leer todo el artículo: De no haber invadido Rusia a Ucrania, de no amenazar la República Popular de China a Taiwán ¿los EUA hubieran invadido a México?
Pensaba escribir sobre la solicitud de muchos en el sentido de que mis escritos sean más cortos. Pero recordé algo:
1. En un momento donde la Inteligencia Artificial amenaza con desplazar la “inteligencia convencional” humana, y donde el noble arte de la lógica está desapareciendo, junto con la capacidad de realizar silogismos (que terminan siendo simples ecuaciones verbales), y junto con la desaparición también de la retórica (la capacidad de argumentar dichos silogismos), pues; si no quieren leer textos largos, no lo hagan. Pero, así como en el entrenamiento físico tienes que aumentar las distancias que corres, en el entrenamiento mental aplica lo mismo con el material de lectura.
2. Y mi editor del blog de información que publica mis artículos, me exige textos de entre 3 a 5 cuartillas, porque poner algo de 1 ½ a 2 cuartillas es mal visto en una columna periodística. Sí, lo breve es bello, pero algunas situaciones no permiten la “brevedad”.
Y esta es una situación que me permite explayarme, debido a que están ocurriendo muchas cosas. Voy a enumerarlas, empezando por la guerra en Ucrania:
1. El fallido ataque con drones al Kremlin provocó que el presidente de Ucrania, Zelenski, terminará huyendo a Países Bajos, en una “visita” por un “tiempo indeterminado”.
2. Los vehículos militares occidentales que intentaron hacer una nueva ofensiva en Zaporiyia, quedaron atascados en la raspútitsa ucraniana. Para quienes no conozcan el término, eso es el lodazal que queda en las estepas de dicho país, junto con Rusia y Bielorrusia, secundario al deshielo de invierno. Y ya se había mencionado que tal eventualidad iba a ocurrir, debido a que la mayoría de dichos vehículos están planeados para utilizarse en zonas desérticas o boscosas, no en un lodazal de planicie de estepa rusa.
3. La PMC (Private Military Corporation) Wagner (la rusa), ya provocó la desintegración de la PMC Mozart (la occidental). Primero, porque a la segunda la carcomió los malos manejos financieros. Y, segundo: porque los mercenarios occidentales vieron que no es lo mismo luchar contra pastores mal entrenados y equipados de Medio Oriente, que, contra ejércitos profesionales como el ruso, o contra mercenarios bien entrenados como los de Wagner. De hecho, esto último (junto con los desplantes melodramáticos del director de la PMC Wagner), resultó en que el estado ruso le va a proporcionar tanques T-90 y ¡hasta aviones Su-25!, para continuar el actuar de esta agrupación en el conflicto.
¿Cuál es la relevancia de todo lo anterior? Que, en este momento, Rusia, también, ya anunció que está dispuesta a utilizar armas nucleares tácticas en el campo de batalla (Ojo: no confundir con armas nucleares estratégicas. Si tienen dudas, revisen Google. No puedo decirles todo, porque haría mis textos más largos).
Así que el conflicto en Europa del Este pinta para escalar, y la situación en el Lejano Oriente tampoco está tan a la zaga, con los estadounidenses con la seguridad de que China puede invadir a Taiwán en 2024, sobre todo si Rusia gana el conflicto en Ucrania.
Pero aquí es a donde quiero llegar. ¿Cuál es la importancia del 2024? Pues, nada más y nada menos, que los siguientes países van a tener elecciones presidenciales:
1. Ucrania. 2. Rusia. 3. Los EUA. Y 4. México
¿Captan la importancia de todo lo anterior? En este momento, el mundo está viviendo sendas revoluciones, secundario a la nueva revolución industrial que estamos presenciando, en la forma de la Inteligencia Artificial.
Pero cada revolución industrial se acompañó en su momento de revoluciones tanto sociales (políticas), como militares.
El conflicto en Ucrania es el “laboratorio” experimental de la manera en la cual se van a librar los conflictos militares en el siglo 21.
Y México, igual que ocurrió al ser el país con la primera revolución del siglo 20 en el orbe, vuelve otra vez a ser el país con la primera revolución (social) del siglo 21. En el siglo 20, contra el liberalismo. En el siglo 21, contra el neoliberalismo.
Obvio, una revolución que para el estatus quo, no le agrada en lo más mínimo, por el peligro de que, precisamente, les quite sus privilegios. Lo anterior lo voy a demostrar con algo muy simple: mientras en los EUA aumenta la pobreza laboral, en México dicha pobreza está a la baja. Y si muchos piensan que los pueblos no se dan cuenta, están más ciegos de lo que se imaginan.
Ese tipo de situaciones, que pueden provocar en el mediano plazo que muchos en los EUA se cuestionen el motivo por el cual ahora sus vecinos del sur viven mejor que ellos, que supuestamente son la primera potencia del mundo; no es del agrado, como lo comenté, del estatus quo. Y eso obliga a tomar medidas.
No sé si, en caso de que Rusia no hubiese invadido a Ucrania, México hubiera sido el invadido con la “excusa” de luchar contra los carteles de drogas que inundan de estupefacientes a los estadounidenses. Si fue algo providencial, o algo planeado por parte de Rusia (al saber que tiene como un buen aliado de su país a AMLO), tal vez nunca lo podamos saber. Pero ahí dejo la pregunta.
Mientras, el próximo año se decide en urnas, aquí y en muchos países que son de los principales actores del devenir mundial, el tipo de sociedad que debe regir para el siglo 21. Una, donde veremos si el neoliberalismo prosigue, u otra, donde la economía se vuelca en favor de las personas, y se termina con el expansionismo occidental en Asia.
Por lo pronto, he leído que los EUA se decanta por uno de los precandidatos en particular, mientras que a los otros los ve con mucha desconfianza. Pero no pongo nombres porque eso ya es demasiado especulativo.
Igual, ya en los próximos meses veremos el desenlace de todo este periplo. Y veremos, también, que el mundo está más interconectado de lo que imaginamos.
Porque vamos a ver una “raspútitsa”, o lodazal, no solo en el campo de batalla de Europa de Este, sino también, en las campañas políticas de no pocos países.