Monterrey, NL.

Hace rato he visto que provocó muchas reacciones en ciertos grupos cuando les comento que su metodología no es la adecuada para poder penetrar en la aceptación de la mayoría.
Voy a enumerarlos:
-Las feministas, que, por ejemplo, ayer salieron a manifestarse. Pero muy pocos saben el motivo de la manifestación (fue el Día Mundial por un Aborto Legal, y, por ende, un aborto seguro). La mayoría solo vio a las “vándalas” que queman y pintarrajean todo a su paso. Ya les he comentado hasta la saciedad que la violencia desvía la atención del mensaje que se quiere hacer llegar a la población.
También, las invito a revisar la manera de manifestarse de, ya no digo Martín Luther King. No. Revisen cómo lo hacía Malcolm “X”. Ya sé que van a decir que, a pesar de ser un afroamericano, era parte del “patriarcado opresor”. Pero de que cambió paradigmas, lo hizo. Tan es así que hasta le costó la vida.
-Los que abogan por ser “incluyentes” con diferentes “minorías”. Ya no solo Disney, hasta la Warner Brothers van a revisar sus políticas en cuanto a la realización de películas y series, y continuar con temas “inclusivos”. Porque vieron que el mercado (ergo: la mayoría), no está “respondiendo” como ellos esperaban. Algo que yo también ya había mencionado. Si la gente quiere ver diferencias, yo prefiero ver que todos somos iguales y formamos parte de un todo. Pero aún así, si solo reflejas ciertas situaciones, y olvidas otras, la gente te lo va a reclamar. No fue algo que me sorprendiera. Y, aclaro: no quiere decir que apoye dicha situación. Solo analicé lo que podía pasar, y confirmé mi análisis.
-Mis “clientes” favoritos, la actual oposición política en México. Criaturas, no sé que manuales lean para aprender a ser “oposición”. Pero hasta el más mínimo sentido común me indica que, si yo vivo pregonando el “apocalipsis” todos los días (pandemia, inseguridad, falta de crecimiento económico, más lo que se acumule); y, en lugar de disminuir la popularidad del presidente y las preferencias electorales para el 2024, estas aumentan, pues: definitivamente, repito, hasta el más mínimo sentido común me tiene que hacer que me de cuenta de que mi metodología está fallando.
Porque mientras más dicen que las cifras y los resultados que da el presidente son “mentiras”, y que nunca habíamos estado “peor” como ahora, más veo que la popularidad del presidente se mantiene igual, o hasta crece. Igual, más veo que la preferencia electoral hacia su partido se mantiene, o crece.
Dicen que los “necios” somos los que apoyamos a la 4ª Transformación, pero ¿cómo se le nombra a quienes quieren obtener diferentes resultados usando las mismas ecuaciones?
Alguien me comentó que “hasta Maduro es popular”. Yo solo me sonreí. Le contesté: “Entonces ¿cómo puedes explicar que los políticos que ustedes abominan son “populares”; y los políticos que ustedes apoyan, no son “populares”? Porque algo debe de estar ocurriendo para que Maduro, teniendo a Venezuela en un “infierno”, sea “popular. Y Biden, que es el referente de muchos “demócratas” occidentales, sea tan impopular.
Y no, no se vale que digan que las “encuestas están amañadas”. Porque luego van las encuestadoras de su preferencia, y obtienen los mismos resultados. Por eso luego comentan ese aforismo: “Maduro también es popular”, para menospreciar a la gente que opina así, no porque sean unos convencidos de que sea lo correcto.
Pero es que el pensamiento de la oposición es casi “mágico”. Se proyectan con un temor a “terminar como Venezuela”, cuando no veían que ya estábamos peor que Siria. Menosprecian el sentir de la mayoría, porque ustedes no lo apoyan. Se ponen iracundos porque el presidente cumple su agenda, cuando todo eso no es lo que ustedes quisieran que se hiciera. Pero, aunque todos somos iguales, también hay minorías. Y, si ustedes son minorías políticas ¿Cómo quieren “predominar” sobre la mayoría? Peor: si ven que con su misma metodología no pueden convencer a la mayoría de “pensar” como ustedes ¿por qué siguen haciendo lo mismo?
Voy a poner una situación que me da mucha risa, que vi hace rato, pero que puede reflejar lo que ustedes, oposición, hacen. Critican mucho la llegada de médicos cubanos. Pero nunca criticaron la llegada de médicos venezolanos que salieron huyendo del “infierno socialista”. No solo les dieron la bienvenida: homologaron de inmediato sus títulos para que pudieran trabajar aquí en México.
Yo me pregunto: ¿Por qué no se fueron en primera instancia a los EUA? Porque allá, aunque vengan “huyendo del socialismo”, los iban a obligar a llevar cursos para poderse homologar. Cursos que son muy difíciles. Y, que aún cuando los aprobarán, igual: iban a tener que repetir sus especialidades para poder ejercer en los EUA. Peor aún: ciertas especialidades les iban a estar “vetadas”, simplemente por ser latinos no nacidos dentro de los EUA. Nadie me lo platicó, yo lo vi con mis colegas que se fueron al país del norte.
Así que, si platican con un estadounidense, ya lo veo tomando pose como Gene Wilder personificando a Willy Wonka, y diciendo:
“¿Entonces solo homologaste los títulos de los médicos venezolanos?”
“¿Y no te importó qué compitieran contigo por la consulta privada?”
“¿Pero te quejaste de los cubanos qué iban a la salud pública?””
“¡Que buenos son ustedes, que ayudan así a las “víctimas” del socialismo!”
Si muchos no alcanzan a notar todo el sarcasmo con el cual escribí, debido a la ironía del, repito, pensamiento “mágico” de la oposición, pues entonces les sugiero mejor no leerme.
Y puse el ejemplo de los médicos por ser mi área laboral, pero creo que lo puedo hacer extensivo a todas las actividades económicas.
Porque ustedes solo quieren que se haga lo que ustedes quieren, solo por ser ustedes. No miden las consecuencias de sus actos, no ven por el bien común.
O, tal vez, no es que no lo vean. Simplemente, no les interesa, porque solo les interesa su persona.
Pero, en fin: por mí, sigan con sus metodologías. Pero si no obtienen los resultados que esperaban, no me reclamen a mí por advertirles.
¡Todavía lo hago “gratis”!