Ciudad de México

Hace casi 5 años, el entonces candidato a la presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador, acudió a la ciudad de Los Angeles –la ciudad que concentra el mayor número de mexicanos en todo el mundo–, para presentar el libro “Escucha Trump”.

El recinto elegido, el Teatro Latino ubicado en la céntrica calle de Spring, se convirtió en un centro de peregrinaje para conocer y entrar en contacto con el hombre que la mayoría de los paisanos habían hecho suyo para ganar las elecciones presidenciales del 2018.

En la mesa que presidía el acto, estaba Andrés Manuel López Obrador, la escritora Elena Poniatowska, el periodista y escritor, Pedro Miguel y Héctor Vasconcelos, representante de MORENA en el exterior.

En medio del barullo, AMLO denunció la “estrategia neofascista” del entonces presidente, Donald Trump y empeñaba su palabra para defender, “sin ningún condicionamiento”, el derecho de nuestros connacionales en Estados Unidos.

Cobijado por un variado grupo de líderes de la comunidad migrante en California, AMLO se apoyó en esa poderosa red de activistas para organizar el evento y trasladarse por toda la ciudad de Los Angeles.

Y mientras estrechaba manos y escuchaba  reclamos añejos, le pedía a Héctor Vasconcelos que anotara el nombre de aquellos paisanos que por mérito propio e historial de lucha, podrían ser designados como cónsules de su gobierno en Estados Unidos.

Cinco años después de ese primer gran encuentro, la ilusión se ha tornado en amargura. El desdén del ahora presidente de México galvaniza el estado de ánimo de muchos líderes de la comunidad migrante:

“Nuevamente nos damos cuenta de que no somos prioridad del gobierno mexicano. A pesar de que nos llaman héroes, somos los últimos siempre en la lista de pendientes”, asegura Juan José Gutiérrez, histórico líder del movimiento migrante en el sur de California.

“Al pobre de Aniceto (Cheto) Polanco, que le sirvió de chofer a AMLO durante su visita en 2017,  y le dijo que lo tomaría en cuenta quizá como cónsul, aún le reconcome la resignación y sigue como siempre con su pequeño negocio”, añadió.

En otra muestra de la incomprensión y la falta de contacto de la 4T con el gobierno de AMLO, el pasado 10 de junio el Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, se comprometió a un encuentro con los líderes de la comunidad en el marco de la cumbre de las Américas realizada en Los Angeles.

El acto, jalonado por intereses partidistas y mala planeación se convirtió en un desastre:

“Se supone que estaríamos un selecto grupo de líderes con el canciller. Pero, en lugar de eso, la cancillería organizó un encuentro con los líderes de organizaciones que han gozado del apoyo de los gobiernos panistas y priistas.

“A la gente que nos identificamos con MORENA se nos excluyó sin ofrecernos ninguna explicación”, se quejó Gutiérrez director de la Coalición Derechos Plenos para los Inmigrantes y consejero nacional del Partido Morena

Entre los invitados estuvieron Paco Moreno, director del Consejo de Federaciones Mexicanas (COFEM).

“Paco nunca ha ocultado que es panista y Calderonista, y en cuanto tiene oportunidad ataca al presidente Andrés Manuel en las redes sociales y en los medios. Así lo pudimos constatar en una entrevista reciente que dio a Univision a donde se le fue a la yugular al presidente sin importar que él es director de una organización en la que participan gente de todos los partidos políticos y apartidistas”.

Agregó que otro de los invitados, el líder de la Federación de Zacatecanos en el sur de California, Guadalupe Gómez también es panista.

También estuvo la diputada migrante plurinominal del PRI, María Elena Serrano así como la doctora Martha Esquivel, a quien definió como panista de Guanajuato.

“Al parecer, el canciller Ebrard, quien no es miembro de MORENA, vino a Los Ángeles a revelar su auténtica orientación política”, consideraron al considerar como “indigno” el que se nos excluya se nos excluya a quienes “no somos conservadores, ni personas que hayamos lucrado con las reconocidas corruptelas que desde siempre impregnaron el programa 3×1 o programas similares durante todo el periodo neoliberal”.

Durante su apresurada cita con algunos miembros de la comunidad migrante, Marcelo Ebrard dio a conocer el programa “Jóvenes Construyendo el Futuro” que arrancará en Los Angeles con un universo inicial de tres mil jóvenes:

“Para ese programa no se dio mucha información. Hay versiones de que se repartirán entre 200 y 300 dólares a cada jóven, pero no se especifica en que tipo de actividades”, criticaron algunos líderes.

Con la sensación de haber sido relegados, algunos líderes han puesto su esperanza en el próximo viaje del presidente de México a Washington DC para reunirse con Joe Biden. Sin embargo, apenas el pasado 21 de junio a pregunta expresa del reportero, Hans Salazar, el presidente se negó a confirmar la posibilidad de tal encuentro:

“Lo vamos a analizar”, se limitó a señalar.

“Pero quiero decirles a los paisanos que, aunque yo no pueda reunirme —no es que no lo desee, sino hay ciertas circunstancias— de todas maneras, ellos están representados en su gobierno. Es un gobierno que defiende sus derechos y que defiende al pueblo de México y a nuestra nación.”

“La verdad, tengo comunicación permanente con los migrantes en general, porque hay muchas organizaciones, hay asociaciones de paisanos y es complicado el poderse reunir con todos, pero constantemente tengo información de lo que sucede, la atención en los consulados, los problemas que hay en cada consulado, también diferencias de grupos. Tengo información”, sentenció el presidente a quien hoy muchas organizaciones le dicen “Escucha AMLO” al igual que él le pidió al entonces presidente Donald Trump escuchar al gobierno de México.