Ciudad de México

Alguien me escribe lo siguiente, secundario a que compartí una nota sobre los logros económicos del país:
“Debido al trabajo de millones de trabajadores, técnicos, ingenieros, contadores, operadores de vehículos, expertos en sistema de producción y seguridad, ejecutivos de todos los niveles, empresarios que arriesgaron su capital, asociación de capitales extranjeros y nacionales, sin olvidar a los jóvenes innovadores, hombres y mujeres que trabajan para sustentar a sus familias. Gente con aspiración a progresar, esos son los mexicanos orgullosos de su labor.” (sic)
Mi respuesta fue sencilla:
“Todas esas personas hemos existido desde hace mucho en la vida del país. Entonces ¿cuál fue la diferencia con este sexenio? Porque hubo diferencia.” (sic)
Porque, de haber cambios, los ha habido. Ya compartí también documentos gráficos sobre el buen desempeño de programas gubernamentales como “Sembrando vida”. Ya que es verdad lo que mencionan: una imagen, vale más que mil palabras.
De hecho, estoy viendo el noticiero matutino debido a que mi esposa lo sintonizó (yo procuro no ver televisión local). Y me doy cuenta que el comercial de un famoso supermercado estadounidense, cuyo fundador fue Sam Walton, habla de “la cuesta de enero” (sic). De nuevo, sólo me sonreí.
Porque no he visto noticias de largas filas fuera de cierta institución de “beneficencia” (sic), la cual se dedica a prestar dinero sobre tus pertenencias. Ni una nota al respecto.
En otros sexenios, era prácticamente la primera noticia del año. Y esa corporación ha sido la única que menciona ese término en sus comerciales: “cuesta de enero”.
Hoy, lo que veo son batallas campales en cierto establecimiento comercial, también estadounidense, que se dedica a la venta a mayoristas. Y las batallas son para comprar su repostería. ¿Alguien recuerda qué algún establecimiento estuviera aún a rebosar de consumidores en enero? Yo no. Hasta ahora.
Bueno, escribiendo esto, veo un comercial de Xóchitl Gálvez donde apunta que los funcionarios de la 4T, “son iguales”. Obviamente, refiriéndose a los funcionarios previos en el poder. Pero… dicha publicidad es por parte del PRI. Entonces, si según Xóchitl los funcionarios actuales “son iguales” ¿cuál es el “cambio” que propone?
No quiero pecar de soberbio, pero, dicen que en una democracia “cuando todos piensan igual, alguien no está pensando”.
Solo que, opositores: para poder competir por el poder, el primer requisito es tener la capacidad de pensar. Y pensar con lógica. Se dice fácil. Pero ustedes, están demostrando que no lo es.
Y, por el bien de todos, también requerimos de una oposición pensante. Es eso, o vamos a perder el actual milagro económico mexicano.
Claro, a menos que ese sea su objetivo: perder un crecimiento económico que a todos (bueno, a la mayoría), nos ha beneficiado