Monterrey, N.L.

Creo que muchos van a tener problemas ahora que la Suprema Corte de Justicia de la Nación  obliga a diferenciar entre una noticia y una opinión.
Una noticia es algo objetivo, tangible, comprobable.
Una opinión es subjetiva, sesgada, y puede ser muy parcial.
En un momento en que muchas opiniones se volvieron “noticias”, este ajuste a las leyes permite un equilibrio entre lo que se quiere expresar, lo cual no se prohíbe, y la realidad, la cual se puede tergiversar con una opinión.
Porque puedes opinar que los apoyos sociales de AMLO sólo son medidas electoreras y populistas, pero la noticia fue que el FMI confirmó que gracias a esos apoyos millones de personas no cayeron en la pobreza, y, de hecho, se deben aumentar dichos apoyos. Todo después de un riguroso análisis.
Puedes opinar que las vacunas son “peligrosas”, pero la nota real es que la mayor parte de los hospitalizados, entre el 60% y el 90%, no están vacunados.
Puedes opinar que la revocación de mandato es una pérdida de tiempo, pero la nota es que ha pasado todos los requisitos que se le exigió, y el INE ya le puso fecha para este 10 de abril.
Puedes opinar que el aeropuerto Felipe Ángeles es una “central avionera”, pero la nota es que se inaugura a finales de marzo. Y justo, antes de la revocación de mandato.
En fin. Puedes tener todas las opiniones del mundo, pero esas opiniones no son notas, no son noticias. Y ahora, tienes que sustentar tus opiniones con noticias, o aceptar que sólo son eso: opiniones.
Ya los demás confirmarán si están o no de acuerdo a las noticias reales y objetivas.
Lo más transcendental de todo lo anterior, que es el primer paso para poder combatir la infodemia y las “FakeNews”.
Y cuando todo tu sistema de propaganda está basado en mentiras, tener que especificar si lo que dices es una nota o una opinión. Sólo va a permitir ver tu verdadera calidad humana.