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Proletariados

March 10, 2023 - por

Proletariados

Monterrey, N.L.

Que defiendan el género, se entiende.
Que no defiendan sus derechos laborales, no se entiende.
Porque alguien dividió a la masa trabajadora, y del “estado capitalista opresor”, pasamos al “estado patriarcal opresor”, y no sé el momento en el cual eso ocurrió. Pero nada mejor que aplicar el “divide y vencerás”.
Porque si los y las asistentes a la manifestación del 8 de marzo, y ya entrados en gastos, las marchas del orgullo gay, le pusieran la misma asistencia y “emoción” a la marcha del 1o de mayo, tal vez otro gallo nos cantaría.
Pero ahora, las compañeras culpan de todo a cualquiera que sea heterosexual y tenga un pene. No importa si es capitalista, socialista, anarquista. Eso sólo refleja que no han estudiado la Historia.
Peor con los de la diversidad sexual. Porque puedo escribir que, a excepción de lesbianas y bisexuales, los demás son sólo colpófobicos, y muchos de ellos que sólo desean vivir en un eterno “cosplay” (sí, hasta un dinosaurio como yo conoce ese término). Claro, no van a faltar los que me reclamen, y me tachen de todo: homofóbico, misógino, conservador, etcétera. Les ruego, por favor, pasen a la fila. No serían los, o las, primeros(as) en catalogarme de esa manera.
Pero si les hablo así de “fuerte”, es sencillamente, y aunque no lo crean, porque me preocupan.
Porque mientras pelean por sus derechos de género, o de falta del mismo (binario y no binario); y los convencen de trabajar en lugares “ecofriendly”, “petfriendly”, “diversidad sexual friendly”, pues: muchos de esos lugares siguen siendo “sueldos y prestaciones laborales unfriendly”.
Pero a muchos, y muchas, incluso “muches”; les inculcaron que pelear por sus derechos laborales está “mal”. Porque, insisto: el opresor, según esto, no es el sistema económico. Son todos los heterosexuales con pene. Punto.
Y no debería preocuparme. Al final, yo gozo de una pensión que obtuve gracias a la lucha de hombres, pero también mujeres y personas de la diversidad sexual, que en su momento, percibieron quien era el verdadero “enemigo”.
Pero ese 1% de la población, que acapara el 80% del PIB, ya les hizo creer que ellos, no son el enemigo. Carajo.
Peor: ya les hicieron creer que ustedes, nosotros, no son (somos) proletariados. Lo peor: el “proletariado”, literal, es alguien que termina subsistiendo gracias a la ayuda de sus hijos, o su “prole”.
Pero esos mismos que los convencieron de que no son proletariados, al inculcar también el no tener hijos; los están condenando a ser indigentes cuando, en un futuro, les toque su retiro laboral. Si es que alguna vez se pueden retirar del trabajo. De lo contrario, sólo serían, de nuevo, esclavos. Eso sí: sintiéndose “empoderados” porque su genero, o la falta de éste, ya es “reconocido”.
Antes de que critiquen, les informo: hasta yo he participado en marchas del 1o de mayo.
Defendí los logros laborales de los cuales gozo.
Simplemente, porque no quise ser un proletariado. Mucho menos, un indigente.
Por eso, aunque no soy marxista, entiendo eso de “Proletariados del mundo, uníos”. Porque eso abarcaba a hombres, mujeres, y hasta minorías sexuales. La gran masa trabajadora, y, por ende, la mayoría de la población.
Porque el 8 de marzo se conmemoró una huelga de mujeres trabajadoras, masacradas, que buscaban mejores prestaciones laborales. Como también eran masacrados hombres trabajadores (perdón por quedarme con el sistema binario, pero estoy hablando de los siglos 19 y 20), por un sistema económico, ese sí, OPRESOR.