Monterrey, NL.

Para este momento el que esté leyendo el presente artículo sabrá que el referéndum de las provincias separatistas de Ucrania terminó, y que el “Sí” a la anexión de dichas provincias hacia Rusia fue el ganador en forma abrumadora.
Lugansk, Donestk, Zaporiyia y Jersón decidieron formar parte de Rusia, y abandonar a Ucrania. Para muchos que desprecian a los rusos, ese referéndum no tiene validez. Pero ya les recordé que en 2014 Escocia tuvo un referéndum para confirmar si se independizaba o seguía formando parte del Reino Unido. Ganó el “No” a la independencia. Pero yo solo tengo una pregunta: ¿quién decide cuál referéndum es “correcto”, y cuál no lo es?
Porque en las provincias separatistas votó más del 70% del padrón electoral, y prácticamente el 90% de dicho padrón decidieron separarse de Ucrania. El proceso fue observado por participantes internacionales, de países tan disímbolos como Venezuela, Brasil o Uruguay. Y todos esos observadores internacionales dieron fe de que no hubo coacción hacia los votantes, ni tampoco un fraude electoral.
No faltó quién me recriminó, y me dijo que “ese referéndum sería tanto como permitir que los extranjeros en ciertas zonas de México votarán, y se separarán de nuestro país para poder anexarse a los EUA”.
El caso es que ya ocurrió en el pasado, y no hubo ninguna instancia que confirmará de que lo hacían de “buena fe”. Además, hay una “pequeña” diferencia: los votantes en este momento son todos nacidos en Ucrania. Hablan ruso y siguen la cultura rusa, pero nacieron en Ucrania. La separación de Texas fue realizada por “texanos” que no habían nacido en dicho territorio mexicano.
Pero volviendo con el asunto de Ucrania, yo tengo una pregunta muy simple: ¿por qué ciudadanos ucranianos votaron para dejar de pertenecer a Ucrania? Porque, aunque Occidente no valide el resultado, el ejercicio democrático ahí está, y los resultados no se pueden negar.
Ya volveré a tocar el tema anterior para terminar este artículo. Mientras, la misma persona que criticó la validez del referéndum, e hizo el comentario del símil entre dicho ejercicio y que lo hicieran extranjeros en nuestro país; también criticó a Putin espetando que es un “exKGB”. Yo solo me sonríe. George Bush padre fue director de la CIA antes de ser vicepresidente y luego presidente de los EUA, y eso no pareció molestar en lo más mínimo a los medios occidentales.
Yo, la verdad, estoy gratamente sorprendido por una simple razón: cuando empezó el conflicto, Rusia había mencionado que lo hacía para defender a esos ciudadanos ucranianos de descendencia rusa, que hablan ruso y siguen las costumbres rusas; que eran acosados o hasta perseguidos por las autoridades de Kiev. Una situación que inició desde 2014, y que provocó un conflicto humanitario que nadie en Occidente quiso ver.
Así que, en su momento, un servidor comentó que lo mejor era hacer un referéndum para poder salir de dudas sobre la decisión de los directamente afectados, y así estar seguros de a dónde querían pertenecer.
Por lo tanto, muchos podrán negar la validez del proceso, pero no pueden negar que se realizó. Así que yo vuelvo a la carga:
¿Cómo explican una participación de más del 70% del padrón electoral, sin ningún tipo de coacción, confirmado por observadores internacionales?
¿Cómo explican que alrededor del 90% decidieran la anexión a Rusia, sin que hubiese un fraude electoral de por medio?
Pero la pregunta más escabrosa para muchos:
¿Cómo explican que ciudadanos ucranianos decidan abandonar su país natal, para formar parte ahora de otro país?
Si no quisiste ver la crisis humanitaria del este de Ucrania a partir del 2014, sé que no vas ya no digo a poder responder a estas preguntas. Ni siquiera las vas a poder comprender. Porque a los medios occidentales solo les resta decir que el referéndum “no es válido”, pero no tienen material para descalificarlo por malas prácticas, de cualquier tipo.
Y volviendo a lo expresado desde el principio, al recordar el caso de Escocia ¿quién decide cuál votación es “válida”, y cuál no lo es? Porque en México a muchos nos ha causado escozor que, aquellos que quieren descalificar este ejercicio democrático, fueron los primeros en aceptar los resultados en elecciones presidenciales del pasado que estuvieron muy cuestionadas en cuanto a su completa “legalidad”.
Creo que no faltará quien comente que ese ejercicio es muy “peligroso”, porque puede provocar aspiraciones separatistas en las regiones norteñas de México. De nuevo, solo me voy a sonreír. En Texas les funcionó porque los separatistas eran blancos, anglosajones y protestantes. Dudo que la mentalidad de la mayoría blanca de los EUA haya cambiado para aceptar a “mestizos” mexicanos, como parte de su país. En el caso del este de Ucrania, los votantes son todos descendientes de rusos originales. No van a tener ningún “choque cultural”, tan despreciado por los anglosajones.
En fin, a riesgo de ser repetitivo, a todos aquellos que no están de acuerdo, solo recuerden esta pregunta: ¿Por qué ciudadanos ucranianos, decidieron cambiar de país? La respuesta no les va a gustar, pero, tal vez, les haga comprender el origen del conflicto.