En los próximos meses, con su ayuda, tenemos la oportunidad de hacer enormes progresos para hacer frente a la conjunto sin precedentes de crisis que enfrentan los trabajadores en nuestro país. Y, como nuevo Presidente de la Comisión de Presupuesto del Senado, tengo la intención de ser muy activo en esa lucha.

A través de un proceso del Senado llamado “reconciliación” podemos aprobar dos grandes leyes que se apropiarán de billones de dólares. El primer proyecto de ley abordará los problemas de emergencia a corto plazo a los que se enfrenta la clase trabajadora de este país debido a la pandemia. El segundo proyecto de ley se ocupará de los problemas estructurales a largo plazo a los que nos enfrentamos.

Dada la realidad de que los demócratas sólo tienen un margen de un voto en el Senado, el voto desempate del Vicepresidente, aprobar estas leyes no será fácil. Así que quiero explicarles qué es la reconciliación, qué es posible a través de este proceso, y luego pedirles que tomen medidas para hacer oír su voz cuando comience este debate.

La verdad es que estamos en un momento en el que este país se enfrenta a crisis más simultáneas que en cualquier momento de la historia moderna. Tenemos una pandemia mundial que se ha cobrado la vida de más de 450.000 personas. Tenemos una crisis económica que ha dejado a millones de desempleados, muchos de los que se enfrentan al hambre y al desalojo. Mientras tanto, más de 90 millones de nuestra gente no están asegurados o están sumosos. El racismo sistémico está devorando el tejido de nuestra sociedad, la reforma migratoria integral es largamente esperada, y además de todo eso, el cambio climático amenaza con hacer que nuestro planeta sea inhabitable para las generaciones futuras.

Así que dado todo lo que enfrentamos, ahora no es el momento de pensar en pequeño. Este es el momento de pensar en grande. Muy grande.

La reconciliación nos da esa oportunidad. Y como Presidente de la Comisión de Presupuesto del Senado, tenemos un papel crítico en este proceso.

Entonces, ¿qué es la reconciliación?

La reconciliación es un proceso que permite que la legislación se apruebe con una mayoría simple en el Senado y no esté sujeta a un filibustero. Normalmente, el Congreso sólo tiene una oportunidad de aprobar un proyecto de ley de reconciliación cada año, sino porque el Congreso no aprobó un presupuesto en 2020, eso significa que recibimos dos proyectos de ley de conciliación este año.

El primer proyecto de ley de conciliación se ocupará del alivio COVID. Esta semana, presenté una Resolución Presupuestaria de $1,9 billones que permite al Senado proporcionar un alivio crítico a la gente trabajadora. Después de la votación del martes para continuar con la resolución, los miembros del Senado debatirán lo que hay en la resolución antes de votar sobre el pasaje final.

Y lo que esta legislación haría es proporcionar $1,400 en pagos directos para cada persona trabajadora y sus hijos. El pago directo de $600 aprobado en diciembre no fue suficiente. Necesitamos aumentarlo a $2,000 por cada adulto de clase trabajadora y sus hijos. Esta legislación también extenderá los beneficios de desempleo con un suplemento de $300 para aquellos sin trabajo hasta septiembre de este año. Proporcionará la ayuda muy necesaria para que los gobiernos estatales y locales que luchan contra déficits presupuestarios masivos. Ampliará en gran medida el crédito tributario por hijos para reducir sustancialmente la pobreza infantil. Proporcionará apoyo de atención médica para aquellos que luchan por pagar la atención o que han perdido su trabajo. Aumentará los fondos para programas de nutrición para aquellos que luchan contra la inseguridad alimentaria. Incluye fondos para la asistencia para personas sin hogar y para ayudar a más de 16 millones de estudiantes de K-12 que viven en hogares sin Internet, y proporcionará fondos para que los niños regresen al salón de clases. Ampliará las pruebas DE COVID y nos ayudará a obtener la vacuna en más armas que necesitamos para ayudar a nuestro país a volver a la “normalidad”. Y tomará el paso que se ha demorado desde hace mucho tiempo de elevar el salario mínimo a un salario digno de $15 la hora.

Todo bien. Todo crítico.

Ahora, probablemente han escuchado a varios republicanos gimiendo y gimiendo de que los demócratas amenazan con ir solos sin apoyo bipartidista.

Muchos de ellos tienen recuerdos muy cortos.

No olvidemos que los republicanos aprobaron un recorte de impuestos de 2 billones de dólares para las personas más ricas de este país a través de la reconciliación, y lo hicieron sin un solo voto demócrata. También trataron de quitar la atención médica de millones de personas en este país a través de la reconciliación sin un solo voto demócrata, también.

Vamos a usar la reconciliación de una manera diferente, una que ayude al pueblo estadounidense.

Así que, por supuesto, quiero trabajar con los republicanos en este proceso, y espero que vengan varios de ellos y reconozcan el increíble dolor que están experimentando millones de familias. Pero no vamos a esperar meses y meses para pasar de 51 votos a 53 votos, especialmente cuando tanta gente necesita ayuda tan desesperadamente y la necesitan ahora mismo.

Pero no podemos parar ahí.

En el segundo proyecto de ley de reconciliación debemos hacer frente a los cambios estructurales que nuestro país necesita desesperadamente al aprobar una serie de programas que gozan del apoyo abrumador del pueblo estadounidense.

Debemos poner fin a la vergüenza internacional de que los Estados Unidos son el único país importante en la tierra que no proporciona licencias médicas y familiares remuneradas a los trabajadores.

Debemos crear millones de empleos bien remunerados reconstruyendo nuestra infraestructura desmoronada, construyendo viviendas asequibles y modernizando nuestras escuelas.

Debemos liderar al mundo en la lucha contra la amenaza existencial del cambio climático mediante la realización de inversiones masivas en vehículos eólicos, solares, geotérmicos, eléctricos, climatización y almacenamiento de energía.

Debemos hacer que los colegios públicos, las universidades, las escuelas de comercio y los HBCU estén libres de matrícula y abordemos con fuerza los escandalosos niveles de deuda estudiantil para las familias trabajadoras de este país.

Tenemos que ser audaces en términos de empleos, atención médica, nutrición, educación, justicia racial, inmigración, reforma de la justicia penal, vivienda, cambio climático y muchos otros temas importantes. Debemos continuar nuestra lucha colectiva para crear un gobierno que funcione para todos nosotros, no sólo el 1%.

¿Será fácil?

Como dije, por supuesto que no será fácil.

Este es un proceso que requerirá grandes cantidades de educación pública y activismo para hacer el trabajo.

Y mi intención es movilizar a la gente que impulsó nuestra campaña presidencial para hacerlo. Vamos a utilizar las herramientas que desplegamos para el contacto con los votantes para ayudar a ganar una elección y ponerlos a trabajar educando y movilizando a nuestros amigos y a nuestros vecinos. Pero no puedo hacerlo solo:

Necesitamos su apoyo para construir el tipo de esfuerzo de organización que necesitaremos para convencer a mis colegas en el Senado de aprobar proyectos de ley de reconciliación que abordarán con fuerza las necesidades de nuestro pueblo durante este momento único en la historia de Estados Unidos.

La dura verdad es que no son sólo los republicanos los que se interponen en nuestro camino. Puede haber algunos demócratas que se opongan a estas necesidades humanas básicas, incluso una legislación ampliamente popular para aumentar el salario mínimo. Pero si todos hacemos oír nuestras voces, creo que podemos hacer mucho en el transcurso de los próximos meses.

Podemos transformar este país.

*Bernie Sanders, senador y una de las figuras más importantes de la izquierda de EU.