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Xóchitl, vendepatrias

February 17, 2024 - por

Xóchitl, vendepatrias


“Angustiada por su incompetente precampaña electoral, a la candidata no le importó arriesgar la integridad nacional, debilitar la capacidad de negociación del Estado mexicano”.


Ciudad de México

La estrategia estaba diseñada: dañar la altísima intención de voto por Claudia Sheibaum —cerca del 60%— atacando al Presidente López Obrador. La secuencia fue así: primero, desde España, se ingresó a una lista de reporteros que han asistido a La Mañanera, y se dieron a conocer sus supuestas direcciones. Eso fue el viernes 26 de enero. La acusación durante todo ese fin de semana fue que la presidencia ponía en riesgo a la prensa. El lunes siguiente, el presentador del noticiero de Univisión en Estados Unidos, Jorge Ramos —que no aparecía en la lista—, fue a repetir por cuarta vez su preocupación por la suma de homicidios. Sin decir nada sobre otras formas de violencia que han disminuido, como el secuestro —que disminuyó en 70%—, el feminicidio —14%—, y el robo con violencia —72%menos—, Ramos insiste sin reconocer que la tendencia de asesinatos ha ido a la baja, un 20%. No importa. Se prepara el terreno para una acción mediática coordinada entre tres medios de comunicación que ya no son Latinus de la familia de Roberto Madrazo, sino unos nuevos que puedan ser citados como si fueran una autoridad informativa. En los tres se toma la misma “investigación” de la DEA sobre un supuesto financiamiento por dos millones de dólares del narco a la campaña de AMLO hace casi veinte años, en 2006.

En realidad no es una investigación periodística sino darle validez a un testigo que fue fuente en el gobierno de Calderón para encarcelar injustamente a los que se opusieron a Genaro García Luna, el general Ángeles Dahuajare y Javier Herrera Valles. Los dos fueron a prisión por dirigirle cartas a Felipe Calderón advirtiéndole que García Luna trabajaba a favor del Cartel del Chapo Guzmán. Las declaraciones del testigo fueron tomadas como fuente periodística sin confirmar nada. Tim Golden, premio Pulitzer, se prestó a esta maniobra burda y acabó reconociendo que la “investigación” de la DEA estaba cerrada por falta de pruebas y que la propia agencia los había “coordinado” para ajustarla a su agenda política. La pregunta que nos hicimos como espectadores de este batidillo fue por qué la DEA investigaba al ex chofer de AMLO, Nicolás Mollinedo, y no a Genaro García Luna que era el secretario de seguridad nombrado por Felipe Calderón, hoy preso en los propios Estados Unidos por pertenecr al Cartel del Chapo.

Pero el daño tenía el propósito de toda desinformación: crear la posibilidad de que se siga repitiendo la noticia falsa y no el desmentido. Así, se impulsó una marea de bots con el hastag en la red x-twitter, “NarcoPresidente”, con 170 millones de vistas en los primeros tres días. Se impulsó desde España y Argentina. Se preparaba una imagen de una Presidencia ligada al crimen organizado que le daba abrazos a los delincuentes a cambio del financiamiento a sus campañas electorales. Es decir, imputarle al obradorismo lo que, en realidad, había hecho Felipe Calderón.

La estrategia salió un poquito mal porque era tan floja como una gelatina. En medio de desmentidos de la asesora de seguridad nacional de la Casa Blanca, Elizabeth Sherwood-Randall que dijo que “la investigación de 2006 fue cerrada sin encontrar delito alguno ni consecuencia alguna”, y el editor del propio premiado con el Pulitzer, escribió: “Retrasamos nuestra publicación y reestribimos las historias para atender la petición de la DEA para no nombrar fuentes confidenciales del gobierno”. Es decir, el editor aceptando que estaban en coordinación con la DEA para refritearse una supuesta investigación de 2006. Muchos de los bots empezaron entonces a defender a García Luna, diciendo que si las dos investigaciones eran con testigos protegidos, eran igualmente inválidas. No consideraron que una, la del narcotraficante-fucionario público García Luna, fue un juicio aceptado y validado en un tribunal, con una sentencia del jurado unánime, y otra un buscapiés del 2006 que no tronó nunca porque usaba al testigo de todos los casos alentados por Felipe Calderón, llamado “La Jennifer”.

Pero todo era para que la gira de Xóchitl Gálvez por Nueva York y Washington mandara el mensaje de que sólo ella no era narcotraficante porque vendía gelatinas. Las imágenes de su equipo a las afueras de la American Society/Consejo de las Américas, fueron vergonzosas: Rafael Elías, ex asesor de Vicente Fox y que se ostenta como asesor del Departamento de Estado, insultó a los migrantes sacando una cartera para pagarles para que se fueran. Consuelo Sáizar, ex directora del Consejo para la Cultura y las Artes de Felipe Calderón gritó delante de los celulares que buscaban grabar la salida de Xóchitl Gálvez por la puerta trasera. La reportera de Miami, Penny Lane Ramírez —quien tampoco apareció en la lista de La Mañanera abierta desde España—, los grabó para intimidarlos. Pero los migrantes fueron contundentes al decir que la candidata representaba a los gobiernos y partidos que habían provocado que ellos migraran a Estados Unidos, dejando sus casas, a sus familias. Luego, mediante un video, la propia candidata los siguió agrediendo. Dijo: “Protestaron llenos de odio, de rencor. Estad división no abona a nadie. Yo les diría que no se pellen por los políticos. Mejor exíjanle a los políticos que resuelvan los graves problemas del país”. Una vez más, Xóchitl desacreditaba la protesta como un error de las emociones de los migrantes, y se presentaba de nuevo como alguien que no se dedica a la política, que no milita en Acción Nacional, que no es la candidata del PRI a la Presidencia de la República. Que salió de la nada, cayó a la tierra, y quiere ser presidenta.

No sabemos qué dijo en el American Society de Nueva York porque la invitación fue exclusiva para los estudiantes mexicanos de universidades privadas. Sabemos que sólo permitió tres preguntas preseleccionadas de puros alumnos de Columbia. American Society, que agrupa empresarios, apoya con todo a Xóchitl Gálvez, a tal grado que sostiene en una publicación que la brecha entre Claudia y Gálvez es de 14 puntos, cuando, en realidad, es de casi 40.

Podemos suponer lo que dijo Xóchitl Gálvez en American Society por lo que sí dijo en el Wilson Center, un instituto creado por el Congreso de los Estados Unidos y cuyo Instituto México está presidido por Luis Téllez, secretario de Energía de Ernesto Zedillo y de Comunicaciones y Transportes de Felipe Calderón. El Wilson Center ha publicado un folleto llamado Mexican Election, para decirle a las candidatas qué hacer. Se trata de la misma cantaleta del salinismo al peñanietismo: que Pémex “no tiene el ancho de banda ni la experiencia para poder explotar plenamente las importantes reservas de petróleo restantes de México, particularmente las que se encuentran en las aguas profundas del Golfo de México, y los complejos campos costeros (…) Esto se logrará dándole el mismo trato a las empresas privadas que a Pemex”; que “la CFE tiene capacidades y fondos limitados para generar energía eléctrica. El sector privado debe estar enraizado para invertir en nuevas capacidades, especialmente en fuentes renovables, para impulsar la oferta”; “México niega que el fentanilo fabricado ilícitamente se produzca en el país y ha caracterizado las sobredosis accidentales como un problema estadounidense, con poca empatía por la pérdida de vidas. El desacuerdo sobre los hechos (ya sea que el fentanilo se produzca ilícitamente en México o no) ha causado irritación adicional entre muchos actores estadounidenses que cuestionan cada vez más la colaboración de México y la voluntad política de los líderes de México de enfrentar seriamente a las organizaciones criminales transfronterizas. México necesita reasignar fondos al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), que ha sufrido una reducción del 24% en su presupuesto”; “Las vulnerabilidades de México fueron expuestas a finales de 2022 por el grupo hacktivista Guacamaya, que filtró 4 millones de correos electrónicos de la Secretaría de la Defensa Nacional de México (SEDENA). Guacamaya aprovechó una vulnerabilidad bien conocida en los servidores de Microsoft y un cambio a servidores más baratos”; “México debe reforzar sus esfuerzos para buscar armas de fuego provenientes de Estados Unidos”; “El agua subterránea en México es manejada por CONAGUA como un bien público, mientras que en los Estados Unidos, el agua subterránea puede ser pública o privada. En Texas, de manera única, las aguas subterráneas pueden ser de propiedad privada bajo la “regla de captura”, lo que significa que cualquier propietario con agua subterránea en su propiedad es libre de extraerla a expensas de sus vecinos. Además, al igual que casi todos los acuerdos internacionales sobre el agua, las aguas subterráneas no se incluyen en el Tratado sobre el Agua de 1944 ni en ninguna de sus minutas. Un estudio reciente realizado por geólogos de Texas A&M confirmó la existencia de 72 unidades hidrogeológicas (UHG, fuentes de agua subterránea) que cruzan la frontera. De éstas, el 60% se encuentra dentro de los EE.UU”; “Combatir enérgicamente el crimen organizado con una estrategia agresiva para eliminar las incursiones en actividades comerciales legítimas”. Hasta aquí lo que dice el Instituto que dirige Luis Téllez para que las candidatas lo asuman.

Lo que hizo Xóchitl Gálvez en el Wilson Center fue comerse el plato y pedir más para llevar. Se subordinó enteramente a lo que piden los gringos por la vía del Instituto del secretario de Felipe Calderón. Dijo:

“Les comparto con tristeza que no estamos listos para aprovechar esta oportunidad histórica (se refiere al nearshoring o la relocalización de empresas para el mercado de Norteamérica)”. Y pasa a repetir la lista del folleto del Centro Wilson. Pero jala agua para su molino: “En todos estos rubros retrocedimos debido al debilitamiento de los contrapesos”. La candidata se refiere, sin duda, a que la ineptitud de los partidos que la postulan ha perdido casi todos los estados que gobierna y que su campaña no sube del 20% de intención de voto. Pero la cosa es dañar a López Obrador y su movimiento aunque sea a expensas de la soberanía nacional. Dice Xóchitl: “Mi país está retrocediendo hacia el pasado”. No se refiere, por supuesto, a los años de corrupción y saqueo de Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña, sino al papel central del Estado emergido de la Revolución mexicana. Aún así, asegura sin temor a quién la está escuchando, la señora que la presentó. Xóchitl le está hablando a la esposa de John Dimitri Negroponte, Diana Villiers. Negroponte es la bestia negra de toda América Latina y más. Estuvo detrás del montaje en la Bahía de Tonkin que justificó la intensificación de la guerra de Vietnam, en el golpe de Pinochet a Salvador Allende en Chile, el golpe militar en Ecuador contra Rodríguez Lara, y dirigió, como embajador, la base de operaciones de la CIA en Honduras contra la revolución sandinista de Nicaragua. Sigue Xóchitl: “En estos años, los mexicanos hemos vivido un proceso de erosión democrática. El crimen organizado y el gobierno del presidente López Obrador atentan contra la democracia. La penetración e influencia del crimen organizado en territorios y sectores de la economía no tienen precedentes. El crimen organizado se ha convertido en un factor de poder que afecta la vida de millones mexicanos. Imaginen que son choferes de camión y no pueden viajar de Dallas a Detroit, porque las bandas que controlan las autopistas interestatales pueden asaltarlos y asesinarlos para robarles la mercancía que, luego, se vende en el mercado negro con la anuencia de las autoridades. El crimen es el quinto empleador en México. Controla un tercio del territorio mexicano”. Aquí vale la pena señalar algo: lo del quinto empleador es un cálculo matemático Rafael Prieto Curiel y al que los medios le dieron primeras planas. Pero es un cálculo completamente inverosímil, dado que supondría que 175 mil personas están en el crimen organizado. El matemático lo dedujo del número de detenciones y asesinatos, es decir, que consideró que todos los desaparecidos, detenidos y asesinados, eran criminales. En el sistema judicial mexicano esto es una estupidez, pero él vive en Oxford. Pero Xóchitl no se refirió a las recomendaciones que este muchachop matemático le dio en una entrevista al El País el 1 de octubre de 2023: “No detenter a más gente porque eso aumenta la violencia, sino evitar el reclutamiento de los más jóvenes”. Es decir, el matemático le daba la razón a López Obrador, a pesar de que sus cálculos fueran estrambóticos. El otro dato de Xóchitl, el de que un tercio del territorio nacional está tomado por el crimen organizado viene de la misma fuente a la que le estaba hablando: el jefe del Comando Norte de Estados Unidos, el general Glen VanHerck. Pero Xóchitl evitó mencionar que ese mismo general el 9 de marzo de 2023 le dio la razón a López Obrador al decir que había que vigilar la venta de armas y el flujo de dinero desde Estados Unidos a México.

Sigue Xóchitl: “El presidente ha agravado este problema. Destruyó las instituciones civiles de seguridad y abandonó a las policías locales, sin que la Guardia Nacional, creada por su gobierno, de resultados. Los abrazos han sido para los delincuentes, los balazos para los ciudadanos. De facto, el gobierno mexicano dejó de pelear por la seguridad de la gente. En el mejor de los casos, López Obrador es débil e incompetente ante el crimen. En el peor lo aprovecha para consolidar su poder. Por eso ha debilitado a las autoridades electorales y ha atacado una y otra vez al poder judicial”. Aquí, Xóchitl miente: la frase de “abrazos, no balazos” siempre se ha referido a las poblaciones donde opera el crimen que, mediante programas sociales, se evita que sean reclutados por el crimen. Nadie ha abrazado a los delincuentes. Luego confunde la seguridad pública con las elecciones y los jueces que amparan y ponen en libertad a los narcotraficantes, como fue el caso de su compañero de fórmula en el PRIAN, Francisco García Cabeza de Vaca. Ella defendió en Estados Unidos a Norma Piña y su guerra sin cuartel contra todas las órdenes de aprehensión al crimen organizado, incluyendo los huachicoleros, los perpetradores de la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa, y hasta Juan Collado. Luego, aseguró que en el tema energético, “se cambiaron las reglas del juego de manera ilegal forzando a las empresas a irse al litigio o negociar favores políticos”. Aquí sí se voló la barda. Ibedrola fue multada y el poder judicial la amparó y acabó por vender sus empresas a la CFE porque, sin las condiciones, esas sí ilegales, de la asociación con FEMSA para no pagar la luz, ya no le resultaba el negocio. Luego, Xóchitl dice sin pestañear: “Se va a intentar comprar el voto de los mexicanos más pobres”. Con 80% de aprobación, no se sabe por qué necesitarían comprar votos. Más allá, Xóchitl cita “investigaciones periodísticas” donde se revela, según ella que ve Latinus, que los hijos del Presidente fomentan mucho “el tráfico de influencias”, cosa que es propaganda negra sin evidencia alguna. Al final, el mensaje de Xóchitl frente a los halcones de la Guerra Fría del Wilson Center fue: “Que Morena se mantenga en el poder es garantía de que ni la migración ni el fentanilo, ni ningún problema bilateral encontrarán solución”.

Angustiada por su incompetente precampaña electoral, a la candidata no le importó arriesgar la integridad nacional, debilitar la capacidad de negociación del Estado mexicano, y desestimar las políticas nacionales aprobadas por un Congreso electo democráticamente. Ganar a toda costa, con el país comprometido en un entreguismo de bote pronto, fue el propósito de la visita a Estados Unidos.

Luego, Xóchitl se fue a España y ahí, delante de los baños de un restorán, se tomó una foto con Felipe Calderón. Sin comentarios.

*Fabrizio Mejía Madrid
Es escritor y periodista. Colabora en La Jornada y Aristégui Noticias. Ha publicado más de 20 libros entre los que se encuentran las novelas Disparos en la oscuridad, El rencor, Tequila DF, Un hombre de confianza, Esa luz que nos deslumbra, Vida digital, y Hombre al agua que recibió en 2004 el Premio Antonin Artaud.