Monterrey, N.L.

La famosa frase de AMLO, expresada al inicio de la pandemia, se puede aplicar hoy a la oposición.
Sí, en aquella época AMLO lo dijo porque el hecho de tener una emergencia sanitaria permitiría implementar apoyos sociales e invertir en salud sin que hubiese impedimentos por parte de la oposición. Ya que se hubiese visto muy mal que la mencionada oposición estuviera en contra de beneficiar a los grupos más vulnerables, y de impedir invertir en hospitales públicos y en contratar personal, algo que realizaron en los dos últimos sexenios previos. AMLO lo sabía, así que “soltó” la frase intencionadamente, para hacer sorna de la oposición. Claro, la oposición lo tergiversó, aduciendo que AMLO “se alegraba de una desgracia como la pandemia” (sic).
Pero ahora esa frase, se puede aplicar con la oposición, y con más que justa razón. Porque tener “casualmente” un huracán tan destructivo justo un poco menos de un año de las siguientes elecciones, pues, simplemente se puede catalogar como bien lo dice la frase: les cayó, como anillo al dedo.
Porque desde todo el caudal de infodemia y calumnias que soltaron desde los primeros minutos de la tragedia, aduciendo que “no se avisó a tiempo” (sic) hasta que “el gobierno quiere ser el único autorizado a brindar ayuda” (sic); y terminando en este momento con un lapidario “no van a poder levantar a Acapulco”, pues: no se ha visto ni el menor atisbo de cerrar filas para poder trabajar en forma conjunta, y antes, al contrario, se perciben como unos egoístas que solo quieren llevar agua a su molino.
No es algo que yo esté inventando, es algo que muchos analistas ya comienzan a mencionar: el hecho de que, simplemente, la tragedia en Acapulco es lo que puede descarrilar las preferencias electorales que MORENA tiene en este momento, y permitir el retorno de la oposición en el 2024.
Y, por el lado de los políticos de la oposición, lo saben. Saben que esta tragedia les cayó, como ya comenté, “como anillo al dedo”. Por ende, anteayer y ayer, el PRIAN, en voz de la actual presidenta de la Cámara de Diputados, la neoleonesa y priista Marcela Guerra, solicitó que “se destinen 100 mil millones de pesos del Presupuesto de Egresos del 2024 para la reconstrucción de Acapulco”.
La fracción de MORENA y sus aliados contestó en forma lacónica: “Hay suficiencia presupuestal, y primero se tiene que cuantificar completamente el monto de los daños”.
Así que ya empezaron las “escaramuzas”, el “estira y afloja”, entre la oposición y el oficialismo. Porque sí, pareciera algo muy “sencillo” quitar solo 100 mil millones de pesos de un presupuesto de egresos donde se estima gastar un poco más de 9 billones de pesos. Pero queda la pregunta: ¿a qué se le quita dinero? ¿A salud? ¿A defensa? ¿A educación? ¿A los apoyos sociales? Porque recuerdo eso ese viejo adagio: el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones.
“Buenas intenciones” que, en el caso de los infernales miembros de la oposición, saben lo que están haciendo. Porque si AMLO quita presupuesto a algún rubro, lo van a cacarear al momento de las campañas. Y, si no lo hace, van a vociferar que no quiso quitarle ni un quinto al presupuesto de egresos del próximo año, porque lo utilizó con fines electorales. Vamos, no se requiere un doctorado en ciencias políticas para darse cuenta de lo anterior.
Pero, lo que la oposición no ha visto secundario a la visceralidad que los caracteriza, es que AMLO siempre sabe sacar provecho de las tragedias. Y no porque sea perverso. Simple y sencillamente, porque sabe hacer lo correcto. Y esta actual tragedia, igual que con la pandemia, creo que también le va a caer “como anillo al dedo”. Y me explico:
AMLO el día de hoy ya le propuso al Poder Judicial que se utilicen los 15 mil millones de pesos de sus ahora extintos fideicomisos para ayudar a la reconstrucción de Acapulco. No solo eso, les pidió que ese mismo poder judicial forme un comité que verifique el buen uso de dicho dinero. Obvio, si el poder judicial se niega ¿cómo va a quedar? Pero si acepta, se van a quedar sin sus fideicomisos.
Y, la oposición no ha querido ver que el siguiente paso de AMLO es lograr una de sus promesas de campaña: reducir a la mitad los presupuestos asignados a los partidos políticos. Algo que, al ser propuesto en su momento, hasta los partidos aliados a MORENA, como el PT, rechazaron. Estoy seguro de que AMLO va a volver a rescatar esta propuesta. Y estoy seguro de que va a poner en un predicamento a los partidos políticos, si no aceptan disminuir sus prerrogativas en aras de un bien común.
No solo eso. En redes sociales ya hay quienes solicitan que los partidos donen la mitad del presupuesto que tienen asignado para las campañas electorales del próximo año por parte del INE, y que también compartan las donaciones privadas que sus simpatizantes les hagan llegar, y así poder acumular más dinero para la reconstrucción. Obvio, para los partidos que solo saben ganar votos “pagando” por dichos votos ¿cómo piensan que esta propuesta les pueda caer?
No creo, estoy seguro de que esta situación va a provocar que AMLO busque y extinga los fideicomisos que aún no haya tocado, y va a exigir que los presupuestos de los partidos políticos se reduzcan a la mitad. Porque sabe que MORENA no requiere comprar el voto, como otros partidos. Y porque los fideicomisos pueden permitir no solo tener el dinero para reconstruir a Acapulco, sino que permitiría “desfondar” por completo a la oposición.
Así que vamos a ver unas pugnas muy interesantes, en los próximos días. Pero dudo que AMLO desaproveche esta oportunidad, que, como bien se dice, “le cayó como anillo al dedo”.