Monterrey, N.L.

No quería escribir. Estoy muy picado con mi lectura (“El Conde de Montecristo”), donde sigo aprendiendo cosas nuevas. Por ejemplo: hace no mucho, la oposición criticó duramente al secretario de defensa por la cantidad de medallas e insignias que traía puestas. Pues bien: lo que sucede es que los militares ponen dichas medallas e insignias porque es como muestran su “hoja de servicio”.
Y no se requiere estar en guerra para recibir dichas condecoraciones (aunque una guerra es un medio por el cual se acelera el obtener condecoraciones). Una misión diplomática y/o humanitaria (por poner ejemplos), también merece una condecoración. El único ejemplo civil que se me ocurre, son los médicos. ¿Se imaginan que los médicos hiciéramos condecoraciones y medallas para sinterizar todos los diplomas que colgamos en los consultorios? ¿Una condecoración por cada actividad, desde tomar un curso hasta publicar un artículo? Las batas no podrían con tal cantidad de afiches. Pero los uniformes militares, sí que pueden. Y hasta aquí este breviario cultural.
Así que al tema: me escribe un amigo para avisarme de una conferencia sobre la agenda mundial de “despoblación” (sic). Sinceramente, se me hace demasiado conspiranoico. No dudo que haya quién desde las esferas del poder tengan sueños húmedos con esa idea. Pero la veo inviable, y me explico.
Pero antes, voy a poner ejemplos de pensamientos conspiranoicos, que siguen probando ser inviables.
Por ejemplo: los antivacunas nos exigían la publicación científica reglamentaria de cada vacuna que salió al mercado, indicando dicha publicación que el ensayo clínico había sido completado. Pero ellos se sienten “eximidos” de corresponder en la misma forma con sus teorías sobre el “peligro” de las vacunas. No aceptan que, si sus artículos no han sido publicados, es porque no han podido responder las objeciones que sus pares científicos le pusieron a sus “observaciones”. Observaciones que, sin una prueba científica fehaciente, no pueden ser publicadas en revistas especializadas. Y esto solo revela una actitud hipócrita por parte de los antivacunas, por donde se le vea.
Los opositores a la 4T. Para ellos, “todos los políticos son iguales” (sic), y ellos simplemente “son apartidistas” (sic de nuevo). Entonces, ¿por qué te preocupa tanto lo que hagan los políticos de la 4T, si son “iguales” que los anteriores? Porque, en teoría, deben de seguir haciendo lo mismo que antes (un tiempo en el cual muchos no se quejaban). Y, si eres “apartidista” ¿cómo piensas votar en el 2024? Porque vas a tener que tomar “partido”, así sea con el candidato “independiente”. De nuevo, hipocresía y falta de análisis.
Termino con uno de mis temas favoritos, que está relacionado con el quid de este artículo. La debacle de la industria del entretenimiento fue señalada por muchos debido a tocar temas inclusivos. Y resultó que los que defienden el tocar esa política en las producciones, acusaron de dicha debacle a los grupos conservadores que “boicotearon” a las susodichas.
Pero en un país (EUA) con el 65% de la población en pobreza laboral, donde ya hasta inventaron el neologismo de “poligamia laboral” (tener dos o más empleos); y donde hubo una disminución de un 16% este año en la captación del ingreso sobre la renta, la debacle de la industria del entretenimiento tiene una respuesta más sencilla: la gente no tiene dinero para ir al cine. Punto. Solo que es más fácil culpar a los grupos conservadores, que culpar al gobierno en turno estadounidense, que apoya las políticas inclusivas. Hipocresía, falta de análisis y hasta un poco de perversidad en el manejo de la información.
Ahora, en un mundo donde “todos los políticos son iguales”, con desastres naturales (como la pandemia), donde la ciencia es cuestionada (peor, la ciencia médica), y donde la economía solo te permite trabajar para comer ¿cuál es el incentivo para tener hijos entre los jóvenes actuales? Además, la “pobreza” disminuye el consumo, con lo cual disminuye la “huella de carbono” (aunque disminuye también, el impuesto sobre la renta).
Pero hay un pequeño impedimento para quienes quieren seguir con esa política de desanimar la reproducción humana. Se llama democracia. Y cualquier pueblo que ve que los están empobreciendo, va a votar por quienes permitan que la economía les permita vivir, y no solo sobrevivir. Si realmente algún grupúsculo quiere imponer una “agenda”, tienen que desenmascararse, e imponer una dictadura mundial. Mientras, la gente seguirá dando la pelea. Así de simple. Porque como dijo el personaje de Ian Malcolm (científico y matemático), en la película de “Parque Jurásico”: “Digo simplemente que, la vida siempre se abre camino”.
Porque al final, Malcolm tenía razón. Así de sencillo. Así que solo pongan a un hombre y una mujer juntos (sin clasificaciones de “cis” o “binarios”), con un sistema político que les asegure un empleo bien pagado, y un sistema de salud que efectivamente los proteja (algo que, por lo que se ve, no muchos tienen en la Unión americana o la Unión europea); y la naturaleza se encargará del resto.
Como lo viene haciendo, desde hace millones de años…