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El que se ríe (Adiós a la comedia)

October 19, 2023 - por

El que se ríe (Adiós a la comedia)

Monterrey, N.L. 
¿Pueden decirme algún buen comediante ruso? ¿Algún comediante chino, que no sea Jackie Chan (el cual se hizo famoso en la todavía muy colonial Hong Kong, donde nació y que pertenecía todavía antes de 1999 a Inglaterra)?
¿Algún comediante cubano…que aún viva en la Isla? ¿No pueden? ¿Qué les dice lo anterior?
Cuando el ser humano vive en un sistema donde no te puedes reír de ti mismo, estamos a un paso de una dictadura. Punto. Y ese es el problema que veo que muchos comediantes están comentando en este momento, externándolo como una queja.
El primero es Dave Chappelle, un comediante afroamericano, el cual es considerado políticamente incorrecto, sobre todo porque se enfrentó a la comunidad “woke”. Y encima, a la comunidad “trans”. Su enfrentamiento con dicha comunidad ya es legendario, pero, aun así, tiene una cantidad de seguidores que se pueden contar por centenares de miles, si no es que de millones dentro de la Unión americana. Lo anterior debido a su humor irreverente.
Pero ya ver hace 3 días la siguiente declaración de Eugenio Derbez (que ni a actor llega, menos a comediante), te deja pensativo:
“Ha cambiado mucho. Ahora es más peligroso ser comediante, ya te pueden crucificar en redes por decir un chiste que es precisamente eso, un chiste”, advirtió Derbez. El actor expresó su preocupación por la falta de comprensión de las nuevas generaciones en lo que respecta a la comedia.” (sic)
Y es que, actualmente, si haces chistes de mujeres, eres misógino. Si haces chiste de algún miembro de la comunidad LGBT+, eres “homofóbico, transfóbico, etcétera”, hasta terminar con su abecedario (sí, es un chiste, y sí, espero quejas. Eso va a confirmar mi punto. Gracias).
No se diga si haces chistes de minorías raciales o religiosas. Pareciera que de lo único que se puede seguir haciendo chistes, es de los hombres blancos, y de los políticos. Y si son políticos varones blancos (Biden y Trump son un material excelente, que le va a dar material a los comediantes estadounidenses por mucho, mucho tiempo), pues tanto mejor. Pero ni se te ocurra hacer un chiste de Harris (la vicepresidenta estadounidense, de tez oscura), o en México, de Xóchitl Gálvez (de origen nativo americano -según ella-) o de Claudia Sheinbaum (de origen judío), porque te crucifican de inmediato.
Y lo único que queda es que haya pocos valientes, como el ya mencionado Dave Chappelle, o Gabriel Iglesias, que rompen los paradigmas. Si no han escuchado el chiste de la “canasta de regalo racista” de Iglesias, les pido que lo busquen en Internet. Es genial y sublime. Obvio, él tuvo que apechugar cuando la “victima” de su broma le “correspondió” con la misma moneda (otro comediante, de origen afroamericano, que ahora se burló, con una canasta, de los orígenes mexicanos de Iglesias). Pero vi podcasts de afroamericanos dispuestos a “crucificar” a Iglesias, hasta que vieron y oyeron la broma, y la forma en la cual su compañero la aceptó. Y, créanme: es una broma muy, muy pesada.
Pero tampoco puedo dejar de pensar en la compañía que realizaba “La Tremenda Corte” en Cuba. Y el motivo por el cual tuvieron que huir de la Isla fue cuando empezaron a hacer chistes de Castro y colegas. Los castristas llenaban las gradas del teatro donde se grababa el programa de radio, para hacer ruido, abuchear y boicotear dicho programa. Eso solo denotaba una falta de humor por parte de los comunistas. Por cierto, la compañía de “La Tremenda Corte” terminó en México, específicamente en Monterrey. Y la televisión regiomontana grabó en video los programas, para la incipiente televisión de la época. No tuvieron el mismo éxito, pero aun pueden hallar dichos videos en YouTube.
En fin: solo los sistemas totalitarios, o que aspiran a serlo, los cuales se sienten o perciben tan por encima de los demás, que no deben ser cuestionados por nadie; suelen también terminar con la comedia. Porque desde la Edad Media, la comedia, por parte de los bufones de la corte, era lo único con lo que se atrevían a decir la verdad por medio de bromas o chistes. De ahí ese adagio que dice que “entre broma y broma, y la verdad se asoma”.
Porque aducir que fuiste oprimido, ya sea por parte de los trabajadores y así “justificar” un gobierno del proletariado, ya sea porque formas parte de una minoría del tipo que gustes, o simplemente por no ser un varón blanco heterosexual, y por lo tanto prohibir la comedia, pues: todo lo anterior va a terminar en una dictadura. Los comunistas, ya lo comprobaron. Espero la actual cultura “woke”, no quiera repetir el experimento.
Porque deben de recordar que, así como el comunismo falló, su “cultura” puede fallar. Y por algo tan simple como la falta de risa. Sí, los rusos siguen sin saber reír (y mejor que no se rían, porque dan miedo cuando lo hacen). Jackie Chan ya trabaja en películas de China continental, y ya hace sus bromas y payasadas en dichas películas (aunque traten de sucesos históricos muy queridos por el gobierno chino). Pero ya está provocando un cambio de paradigmas. Porque los chinos saben reír (las películas cómicas chinas que vean podrán comprobar que fueron realizadas en su mayoría, insisto, por la colonia de Hong Kong, y no por el actual Hong Kong de la República Popular).
Porque cuando a la gente no le permiten reír, eso también provoca revoluciones. Tarde o temprano. Porque impedir la risa, también es opresión.