Monterrey, N.L.

Ver que muchos rechazan a los que están de punteros para ser consejeros electorales en el INE, solo porque tienen simpatía hacia la 4T y/o MORENA, me provoca sentimientos encontrados.
Y lo anterior debido a que no creo que haya un sentimiento más mexicano, y diría hasta más humano; que rechazar a alguien, por muy bien preparado que esté, solo porque su pensamiento, su credo o su preferencia es diferente a la de la persona que suelta la crítica.
Los consejeros tuvieron que presentar exámenes, y exponer sus motivos. Hubo 508 aspirantes, de los cuales ya solo quedan en este momento 20 personas. Y los que están punteando, como ya lo mencioné, fue debido a resultados en sus exámenes de oposición. No como la oposición política da a entender, porque haya un “favoritismo” hacia ellos por ser de MORENA.
No ha faltado quien ahora, se queja y se lamenta debido a que no es la ciudadanía la que puede elegir a dichos consejeros, el principal punto que se trató con el “Plan A”. Lograron desechar dicho plan. Pero al ver que, de cualquier manera, sus aspirantes no están tan bien preparados como los aspirantes del “oficialismo”, igual, empiezan a criticar.
¿Qué procede? ¿Dejar que lleguen los aspirantes que propone la oposición, aunque no estén mejor preparados? Insisto: de nuevo, la “política” mexicana que siempre se ha seguido, y por la cual, en gran parte, no somos una potencia en el mundo.
Lo sé porque yo he padecido no pocos bloqueos debido a mi preferencia política, en lo social, lo laboral y lo académico. Desde perder pacientes que no toleran que sea simpatizante de la 4T, hasta ser rechazado de no uno, pero ¡dos!, doctorados debido a mi pensamiento y mis preferencias. Aun siendo reconocido en otras latitudes por mi línea de investigación.
En su momento, cuando inicié el primer posgrado, lo hice porque sabía que en algún momento iba a tener que aplicar lo aprendido. Y ese momento llegó con la pandemia. Aunque no hubiera sido simpatizante de este régimen, lo realizado para acotar la enfermedad y atender a los pacientes era exactamente lo que yo hubiera hecho de haber estado en un puesto administrativo. Y ese conocimiento me ayudó a combatir la infodemia que muchos pregonaban para hacer golpeteo político, en lugar de ayudar empezando por cerrar filas ante un problema común que nos afectaba a todos. Pero muchos, no lo entendieron.
Y, precisamente, defender la política de salud del actual régimen, hizo que me rechazarán la propuesta para el segundo doctorado. Porque una vez que había cumplido con todo lo solicitado, simplemente nunca se volvieron a comunicar conmigo.
Sin embargo, aún y solo con la maestría en ciencias, pude analizar y ayudar a otros a comprender lo que se estaba haciendo. Si mi ayuda solo fue a nivel de divulgación científica, por lo menos sé que estaba lo mejor preparado para poder hacer dicha función. Y no como muchos que critican al gobierno, pero no tienen dicha preparación. Peor con otros que sí la tienen, pero olvidaron la objetividad científica en orden de perseguir sus intereses.
Creo que con lo anterior se puede resumir todo. Alguien que solo persigue sus intereses, va a esperar obtener puestos o ciertas prebendas solo por influyentismo, y no por preparación. No en todos los casos, pero sí en la mayoría. Y contrario a lo que la oposición ha pregonado, resulta que hay mucha gente, y muy preparada, respaldando a la 4T.
Pero muchos que no tienen esa preparación, pero están en un puesto de poder, buscan bloquear al movimiento por una razón muy simple: porque les afecta a sus intereses. Solo por eso. Porque en su inmenso egoísmo, no pueden aceptar que los contrarios estén mejor preparados que ellos.
Por lo pronto, solo recuerden: de 508 aspirantes, los mejores que quedaron, son muchos de ellos simpatizantes de la 4T. Y quedaron por obtener los mejores resultados en sus exámenes de oposición, gracias a su preparación. En pocas palabras, por estudiosos.
La oposición ya ha utilizado el chantaje mediático, el sabotaje propagandístico en el pasado reciente, al bloquear la candidatura a la presidencia de la SCJN de la ministra Yazmín Esquivel. Y aun reconociendo que ella fue la plagiada, y no la plagiadora, la oposición sigue con la misma cantaleta. El resultado fue, simplemente, la llegada de la ministra Norma Piña a dicha presidencia. Con cuya llegada, en forma “coincidente”, se liberaron a exfuncionarios y criminales procesados por la 4T, o fueron amparados. Llegando al colmo que ya un magistrado suspendió el “Plan B”, pero violentando la Constitución.
Si la oposición vuelve a “triunfar”, haciendo que la gente menos preparada llegue a ser consejeros, solo estarán aplicando lo que le hicieron a muchos en la 4T. Desde un simple mortal como un servidor hasta a una ministra de la SCJN. Insisto, solo por nuestras preferencias políticas, que reflejan el sentir de la mayoría. Y todo porque en el fondo, le “estorbamos” a muchos que solo buscan su interés particular, no el bien común.
Porque no hallo otra respuesta a boicotear a los que obtuvieron los mejores resultados en un examen de oposición que busca, precisamente, que los mejores sean los que queden de funcionarios en una institución que debe velar por la democracia.
Si alguien tiene otra respuesta, lo escuchó. Pero dudo que puedan enarbolar argumentos ante estos hechos tan claros y flagrantes.