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Impresentables

April 20, 2023 - por

Impresentables

Monterrey, N.L. 

Ayer, el TEPJF confirmó en sus puestos a los dirigentes nacionales de MORENA, a pesar de haber señalado que se habían violado una gran cantidad de estatutos en dicho procedimiento.
Estatutos que también fueron violentados al tener la votación interna para consejeros de dicha institución política. Y dicha violación permitió la entrada de innumerables políticos de “carrera”, que todavía no hace mucho seguían despotricando contra AMLO y su proyecto de nación.
Lo peor es que muchos activistas que arroparon a AMLO en el 2006, cuando el sistema le hizo fraude y le dio la espalda; y que también ayudaron a conformar el movimiento que posteriormente se volvió un más que exitoso partido político, fueron “desplazados”, y quedaron solo como “infantería” para hacer proselitismo, si no es que para solo llenar el Zócalo de la CDMX para mostrar el “músculo” del partido.
El problema es que se sabe que el partido tiene músculo. Lo que no está gustando, es el “cerebro” que se está apropiando del mismo. Y lo pongo así por no poner “elite”, “casta política” o cualquier otro sinónimo que se les ocurra, que indica que no existe una “igualdad”; y termina confirmando que existen “simpatizantes de primera clase” y el resto del “populacho” dentro del partido. Algo que se buscó que no ocurriera con los estatutos que fueron violentados arteramente en la elección interna del partido, y cuya violación solo fue “palomeada” por el poder judicial.
¿Qué es lo que puede ocurrir? Si en 2018 se buscó y se criticó que los candidatos a un puesto de elección popular realmente tuvieron un “linaje”, o, mejor dicho, una trayectoria de movilización primero, y partidista después, que justificará dicha candidatura; eso ya no va a ocurrir ahora en el 2024.
Porque ahora veremos a muchos políticos que serán, para propósitos prácticos, “impresentables” para una candidatura de un movimiento cuyo lema es “no mentir, no robar y no traicionar”. Algo que para muchos solo era un sueño utópico, del cual tarde que temprano la realidad nos iba a despertar en forma por demás cruenta, sino es que francamente cruel.
Pero que lo supiéramos no indica que eso nos detuviera para luchar contra dicha situación. Solo que lo hicimos de la forma más ingenua posible: siguiendo las reglas y “confiando” en el poder judicial. Sí, no perdimos nuestra esencia. Pero la esencia del mal volvió a triunfar, precisamente, al no seguir las reglas. El principal motivo por el cual decenas de miles, sino es que centenares de miles o hasta millones, aceptamos participar en el movimiento: para tener un sistema que siguiera las reglas.
No se pedía más, pero tampoco menos. Solo lo más simple del mundo, que ha permitido que muchos países desarrollados alcanzarán esa categoría: seguir las reglas.
Ahora, en lo único que puedo pensar es no en cómo será el futuro del partido. No, mi pensamiento es en cuánto es lo que le queda de vida al partido. Porque proponer ahora a políticos contra los cuales se luchó en su momento, como candidatos de MORENA, es una contradicción de niveles ya no digo bíblicos, sino hasta apocalípticos.
¿Qué diferencia habría en votar por la oposición, si la oposición llenó con sus políticos en desbandada a MORENA? Y peor, políticos traidores, sin palabra y sin honor. Porque huyeron de sus partidos al verlos hundirse, y se apropiaron como viles bucaneros de un partido que navegaba viento a popa gracias al trabajo de sus fundadores originales. ¿Qué confianza podríamos depositar en dichos políticos? Ninguna.
No faltó quién dentro del partido, en forma por demás déspota, “sugiere” que quienes no están contentos con lo que ha sucedido, porque esperaban “alcanzar un hueso” en base a su esfuerzo para ayudar a formar a MORENA, pues se aterricen y se salgan del mismo.
Mis estimados déspotas: no tienen que “autorizarnos” lo anterior. Porque, repito, en cuanto muestren lo “impresentable” de muchos de los candidatos en el 2024, la gente por sí sola se va a retirar. Lo peor es que lo hará, desilusionado de haber perdido su tiempo en un genuino esfuerzo para mejorar la vida pública del país, que los mismos de siempre que ensucian dicha vida pública, lograron boicotear.
La idea de los estatutos era cerrar el partido a arribistas y evitar el tener dirigentes que se “eternizarán”. Lo primero que detestan los políticos de carrera, dados a ver solo por su interés personal, y no por el de las personas.
Muchos apoyamos no para obtener un puesto. Yo en lo personal rechace al ganar la presidencia AMLO, acudir a un sorteo para poder ser funcionario de una institución de salud nacional. Y la persona que me llamó por teléfono, no podía creer lo que le estaba diciendo.
Porque le dije que yo voté para tener un cambio, no buscando tener un puesto. Y ya al ver que mi hija con discapacidad obtenía una beca, y que yo pude jubilarme sin mayores contratiempos y sin perder dinero de mi finiquito, así como confirmar que se evitaba la privatización de la salud, me di por bien servido.
Ver a muchos despotricando iracundos, y encogerse temerosos al ser parte de las irregularidades del pasado, como al evadir impuestos, pues; eso ya fue un “lujo” extra que disfruté, y mucho.
Pero solo de pensar que regresan políticos “reciclados” que pueden terminar con todo lo que AMLO hizo, y que nos regresen al pasado más atroz, pues, repito: no tienen que pedir en forma pedante, altanera y hasta majadera que, si no estamos de acuerdo, “abandonemos el partido”.
Simplemente, porque el partido abandonó a sus militantes primero. Y si esta dirigencia fue capaz de abandonar a sus militantes ¿qué puede esperar el resto de la población?
El problema ya no es vernos en las urnas. Esa era una amenaza válida en 2018 y todavía en 2021. El problema es que, si ponen a los mismos que antes estaban en la oposición, ahora como “morenistas” ¿qué sentido tendría el voto?
Porque regresaríamos a lo mismo de antes: a la política “impresentable”.
Veremos si el tiempo me da la razón. Solo que ahora, tener la “razón”, no va a servir de nada. Porque con lo que hicieron, están terminando con la “esperanza de México”.
Y solo de pensar de regresar a una época de desesperanza, es para abatir a cualquiera.